Ni las predicciones mayas van a poder con nosotros. Nada está perdido.
Joy Division afuera a todo volumen y tú y yo encerrados en un baño inundado, succionándole la vida a este pedacito de papel que nos entrega todo su poder en el último respiro.
Ni los malos augurios, ni tu paranoia, ni mi esquizofrenia, nada va a poder derrotarnos, y si en algún momento todo ha de terminar, que sea hoy, en las primeras horas de este año en que la tierra ha regresado a su punto inicial y el círculo ha quedado cerrado. El pasado se trasforma en una esfera compacta y pesada que cae sin posibilidad de retorno.
Que sea aquí mientras se nos congela el corazón al mismo tiempo, en menos de un minuto para que el destino no nos haga pasar los siguientes meses esperando tanto.
Pero salimos de ahí vivos, con ganas de bailar, de abrazarnos y desearnos cosas buenas, con deseos de tomarnos de la mano imaginando que depende de eso no solo el futuro de nuestra vida, sino muchísimo más del mundo: la sucesión de las cuatro estaciones, el canto de los gallos, el amor de los hombres…
(última frase tomada del poema Happy New Year de Julio Cortazar)
2 comentarios:
Excelente prosa de año nuevo. Espero que si nos vamos pa´l otro lado sea con una sonrisa. Abrazo :)
magniffffico ... este me gusto mucho
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