Cuando me decías que me vaya de tu vida y empezabas a devolverme mis cosas, me ponía a llorar alegando que eras muy malo.
Cuando te insultaba y te decía que no quería verte más, te hacías la víctima diciendo que siempre te traté indignamente.
Cuando nos conocimos juramos que siempre estaríamos juntos y que, si alguna vez teníamos que estar lejos o con otras personas, siempre habría una noche en la que seríamos uno nuevamente.
Pero eso ya no pasará. Yo nunca volveré a buscarte porque nuestro escondite ahora está ocupado por un ser tenebroso engendrado por nosotros mismos y que hace tiempo nos espera.
Es una trampa. Si algún día volvemos, seremos devorados por nuestro monstruo.
3 comentarios:
Auch...
sé que es muy difícil de imaginar, pero sé que voy a ser alguien importante en tu vida y te voy a amar mucho
pasu mare
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