Nota aclaratoria: Todos los textos y dibujos publicados en este espacio son creados por la imaginación aturdida de la autora. Todo es ficción. Cualquier parecido con la realidad...


jueves, 9 de enero de 2014

?

2014.

Estamos en tu casa. En el piso 18 de un edificio que está estratégicamente ubicado frente al mar de Lima. Estamos en el aire.

Tu planta de cannabis, que es como tu hija-mujer-amante, está enorme y los nuevos cuadros de tu sala con motivos circenses son tan geniales que se me olvida que no me gusta nada relacionado con ese tema.

Se está bien en este lugar. Es ese olor a comida de mamá, es esta falta de gente y bullicio, es esta cantidad innumerable de libros de historia y ciencias sociales, es el psicoanálisis, es Kant, son las piedras de colores en el centro de la mesa.

Yo sé que me tengo que ir. Yo sé que esto es sociología, estadística descriptiva, y que aquí se proyecta la gráfica de mi ascenso y decadencia en la casa que he adoptado como enfáticamente mía. No encajo en tu mundo porque los dibujos que pegué en tu refrigerador son sólo forma, sin mero contenido.

-¿Hasta qué punto puede alguien saber lo que es conveniente o no?- pregunto.

-Somos seres humanos, somos mejores que los simios. Todo es calculable - respondes.

Yo sonrío y me sirvo un poco más de vino. Sé que muy pronto me tengo que ir.