Nota aclaratoria: Todos los textos y dibujos publicados en este espacio son creados por la imaginación aturdida de la autora. Todo es ficción. Cualquier parecido con la realidad...


jueves, 1 de octubre de 2015

Ser

Todos los días se aprende algo.
Hoy aprendí que si metes pan de molde con queso y tomate al microondas, no sale una pizza.

Me gusta escuchar canciones románticas sesenteras mientras reflexiono sobre el amor, o mientras pienso a qué restaurante voy a ir ahora para aplacar el dolor de mis fracazos culinarios.
Ya no estás más a mi lado corazón, en el alma solo tengo soledad - canto mientras abro el tacho de basura y arrojo lo que pudo haber sido mi cena.
A veces hay que rendirse, saber decir: bueno, hasta acá nomás me afano, me retiro de la lucha. Estas canciones me ayudan a aterrizar ese tipo de ideas.
Y si ya no puedo verte, qué poder me hizo quererte...

Cuando una está sola no tiene mucho que reclamarle a los factores externos.
Ayer mi amiga Gracia sufrió otra decepción y me dijo que lo único que le pediría a Dios es no volverse a enamorar. Tenía los ojos llenos de lágrimas empozadas y una hamburguesa en la mano. No pude evitar soltar la carcajada. Ella sonrió porque creo que también notó lo ridículo de la situación. Gracia no sabe muchas cosas de la vida, por eso todavía es una dulce compañía. Para mí está bien, me gusta su espíritu masoquistamente incansable.

Yo me esfuerzo por quererme a mí misma, y me cuesta como mierda. Entonces querer a otros me cuesta 5 veces más. Es un desperdicio de energía. Desisto, me bajo del coche. Ya no creo que alguien sea tan importante. Ahora estoy tratando de enamorarme de mí y dios sabe que la estoy luchando, así que si alguien tiene intenciones de arruinar mis planes por favor párese ahí, no interrumpa.

A los 29 años quiero darme el lujo de tener afianzados algunos conocimientos y, como es propio, hacer uso de ellos.
Ya no pido nada, de repente por ahí que me salga bien una pizza cuando me está matando el hambre o que un hombre atractivo me diga que sí cuando quiero recibir mi dosis mensual de fluido espermático. Soy un ser de instintos primarios. Todos los días trato de aprender algo en evolución inversa, me voy deseducando. Hace años (cuando quería ser un lejano laberinto orbital regido por las leyes de la alquimia) un chico me dijo que yo era un "ser básico" y me molesté. Ahora creo que esa es una gran virtud. Hay que trabajar bastante para volver a ser lo que realmente es uno, después de que las normas sociales te han convertido en otro.

Hay que hacer siempre lo que el organismo disponga, sin sentir miedo, pena o vergüenza.
Si me quiero ir de una fiesta, me voy nomás, y si quiero callarme, bueno, me callo.