Nota aclaratoria: Todos los textos y dibujos publicados en este espacio son creados por la imaginación aturdida de la autora. Todo es ficción. Cualquier parecido con la realidad...


lunes, 10 de septiembre de 2012

No.




Estoy enferma.
Enferma desde el jueves y hoy ya estamos lunes. Lunes otra vez, Charly.

Enfermarse puede ser positivo siempre y cuando vivas con tu madre, que es preciosa y pura bondad y con tu padre, que es inteligente y trabajador. Entonces tienes: un papá que paga las medicinas, alimentos y demás caprichos de una hija parásito nihilista con voz de silbato policial, y una madre que cocina lo que esa misma hija, que en ese momento se ha convertido en un engendro perturbador parecido al bebé de Henry Spencer en Eraserhead, pide a gritos desde su cama mientras ve la tele.
Pero cuando no es así, la situación es una mierda.

Te levantas porque no tienes más remedio, caminas arrastrando los pies y gimiendo despacio, te haces un té y te metes a la cama con 6 frazadas hasta que llega el momento de ir a la farmacia, entonces deseas, por el amor de todos los dioses, que llegue ese amigo que siempre llega a joder cuando no quieres ver a nadie, que llame tu abuelita, que venga a cobrar el señor que trae el gas, que aparezca alguien, quien sea, para que lo puedas mandar a traer todas las pastillas que encuentre a su paso, a ver si te sanas o en su defecto te mueres esa misma noche. Las dos cosas sirven para aliviar el dolor en esta vida cof cof cof miserable cof cof por la puta madre cof.
Y sales con tu chompa, tu gorro, tus pantuflas de perro, tus ojeras y todos esos mocos; compras lo que te receta la farmacéutica y regresas rápido para taparte nuevamente luego de haberte metido esas cincuenta pepas juntas y empezar a ver Yo soy. Sí pues, ahora yo también veo Yo soy porque salen Robert Plant y el zambo Cavero.

Estoy enferma.
Era todo lo que venía decir. Quería desfogar. No tiene moraleja mi cuento ni termina con una máxima profunda o alguna otra figura retórica.

O bueno sí: Los que no se enferman, o sí se enferman pero viven con sus padres, son unos infelices y los odio profundamente.

Fin

1 comentario:

Gabriel dijo...

Me parece genial el asco y todo el ironismo concreto que expresas en tus malditas palabras... la música barroca del Perú que oigo justo empieza diciendo: ¨desengañado estoy ya, ojalá no lo estuviera...¨.

Bueno, escribes bien, correcta y ortográficamente aunque aún no entro en detalle. Saludos :)