Nota aclaratoria: Todos los textos y dibujos publicados en este espacio son creados por la imaginación aturdida de la autora. Todo es ficción. Cualquier parecido con la realidad...


domingo, 18 de diciembre de 2016

:)

Recorro los pasillos de Crisol con tres libros entre los brazos. Llegando a la caja veo entre las ofertas un libro que siempre he querido leer "Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce". Siento un cosquilleo entre las piernas, me vengo, pienso. Levanto la cabeza y me divierto pensando que todas las personas que se cruzan conmigo ignoran que justo ahí, en la paciencia de su mirada, se me está humedeciendo la trusa. Pienso que este mini orgasmo es el preámbulo de la paja memorable que me voy a hacer llegando a mi casa, pensando en cómo me vine anoche con J. y cómo ese recuerdo intensifica ahora mis placeres cognitivos. Saco mi tarjeta de crédito. Ya sé que había dicho que no la volvería a usar pero hoy soy una persona feliz y mis actos están atados al significado de esa condición; lo siento hermanos, pero nada puedo hacer para liberarme de la lujuria y la negligencia. De todas formas no me dejaré llevar eternamente por el disfraz de los trastornos glandulares, volveré a ser una persona honesta cuando mis niveles se restablezcan y en ese futuro absurdo y lineal nada de lo que tengo ahora podrá volver a hacerme feliz. Yo seré el vacío y tu serás mi fiesta.


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