Nota aclaratoria: Todos los textos y dibujos publicados en este espacio son creados por la imaginación aturdida de la autora. Todo es ficción. Cualquier parecido con la realidad...


martes, 8 de octubre de 2019

Adentro

Estoy tan tensa que se me ha estirado algo por dentro, un músculo, un tendón, un nervio, no sé, algo por ahí adentro se me ha cagado. Mis amigos son más optimistas que yo. En general la gente es optimista prediciendo el futuro de los demás (me incluyo), pero por alguna razón el propio siempre se ve como una mierda desastrosa en la que absolutamente todo saldrá mal.
Ya no me quiero estresar, estoy agotada. Me he gastado. Así que voy a dejar de enfocarme en los grandes triunfos y más bien, desde ahora, voy a apuntar a esas pequeñas victorias cotidianas. Voy a ser feliz en las mañanas cuando logre sancochar el huevo en el punto exacto, ni tan cocido ni tan aguado. Voy a sonreír emocionada cuando llegue al paradero y el carro que voy a tomar esté llegando al mismo tiempo que yo. Voy a sentirme realizada como madre cuando mi gata Butifarra (que me desprecia pero a veces se le olvida) vaya a mi cama para dormir conmigo.
No voy a esperar nada grandioso, claro que también tendría que analizar qué es grandioso y que no, pero sí estaré dispuesta a recibir lo dulce y sano de la vida. Voy a eliminar de mi ser toda la capacidad que tengo para decepcionarme y así por fin se me acomodará el escaleno, el esternocleidomastoideo, las apófisis espinosas y todas esas huevadas raras que tenemos ahí adentro.



No hay comentarios: