Nota aclaratoria: Todos los textos y dibujos publicados en este espacio son creados por la imaginación aturdida de la autora. Todo es ficción. Cualquier parecido con la realidad...


martes, 8 de octubre de 2019

Oficinas

Un día quiero decir que fui una mujer de oficinas. Quiero decir que lo fui mientras le doy vueltas a un pincel buscando un color que todavía no encuentro. Quiero decirlo mientras estoy sentada frente a mi computadora escribiendo y tomándome una copa de vino blanco, bien frío. Quiero decirlo mientras me tiro en la cama, todavía en pijama, a abrazar a mi novio a las 11 am. Y en ese imaginario me veo a mí misma, por la tarde, andando por las calles de algún país que no es este. Y en esa alucinación suena una Bossa Nova tranquila y yo sonrío. Tengo otra vez el pelo largo y he dejado de tenerle miedo al fracaso. Quiero decir que he cambiado los ansiolíticos por el yoga, el cardio, las caminatas nocturnas y el amor. Y quiero tanto soltar esas palabras en el viento, que ya decidí que no hay ni habrá para ellas otro destino.

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